La planificación de un negocio
El inicio de un negocio es un desafío complejo: todo el entusiasmo inicial debe ser acompañado de una planificación y previsión para que luego puedan sortearse y evitarse los vaivenes típicos de cualquier emprendimiento. Las teorías de la planificación empresarial han variado a lo largo de los años: lo que antes era visto como un futuro lineal, y con ello se creía que era posible trazar un plan sin que se viera modificado, es hoy entendido como un mundo indescifrable y complejo.
¿Quiere decir entonces que deben abandonarse los planes pues nada es previsible?
¡Claro que no! Las herramientas de la planificación y el management se han aggiornado para ajustarse a las nuevas ideas y visiones del mundo cambiante: se trata entonces de armar el plan inicial con un objetivo o meta determinado, pero no con la idea de que alcanzar el objetivo es solo cuestión de hacer las acciones necesarias, sino de entender que surgirán inconvenientes. Pero mientras se tenga el objetivo claro, se podrá ir previendo de antemano los eventuales problemas y las posibles soluciones, para estar mejor preparados.
Además, deberán atenderse a dos factores: los recursos disponibles y necesarios, y los actores con los que se deberá interactuar: proveedores, clientes y demás. Te recomendamos, entonces, armar el plan inicial teniendo en cuenta esos tres elementos: punto de partida, objetivo de llegada y eventuales inconvenientes que emerjan.